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La Tecnología es una inversión, no un gasto

Uno de los conceptos básicos en las finanzas personales es que una inversión nos da dinero, mientras que un gasto (o una deuda) nos quita dinero de las manos… ¿Correcto?
Pues bien, para los negocios, las tecnologías de información (TICs) no son un gasto, son una inversión.

¿Y dónde está el dinero que esa inversión debería estar generándome? Se pueden preguntar algunos, mientras piensan en el dinero que han utilizado para implementar alguna solución de TICs o tal vez recordando aquella cotización para ese sistema que podía hacer “mil y una cosas”, pero que decidieron no adquirir porque era muy “caro”. Es muy interesante cómo hasta la actualidad, una gran cantidad de empresas pequeñas y medianas (y algunas grandes) han visto a las TICs como un “gasto necesario”. Casos en los que solo se adoptan tecnologías obligatorias (por ejemplo, la facturación electrónica) son muy comunes y aunque se explican con argumentos de costos relevantes para el negocio, es aún más interesante ver como muchas empresas invierten (o se endeudan) en iniciativas que generan beneficios mucho menores (si es que los hay) a los que generan las TICs.

Para quienes estén en ese caso, es importante cambiar el ángulo al analizar este tema. El retorno de inversión de las TICs viene en muchas formas, como pueden ser, creación de ventajas competitivas, incremento de ventas por generar mejoras en el proceso comercial, reducción de costos por generar eficiencias en las operaciones del negocio, mejores decisiones de negocio derivado de tener la información adecuada en el momento adecuado, entre otros.

En México existen más de 4 millones de empresas, más del 99% son Pymes, menos del 8% utiliza las TICs… Menos del 25% de las Pymes sobreviven a su segundo año de vida México tiene la mayor brecha de productividad entre las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) y las empresas grandes entre los países de la OCDE; la brecha de productividad entre las empresas pequeñas de hasta 50 empleados y las empresas grandes resulta particularmente amplia.

Preocupa en especial el muy bajo nivel de productividad de las PYMEs. De hecho, el país posee los niveles de productividad laboral más bajos entre todas las clases de PYMEs en la zona de la OCDE La productividad laboral en las microempresas mexicanas de 1-9 empleados representa apenas 14% de la alcanzada por las empresas grandes de más de 250 empleados (comparado con el promedio de la OCDE de 55%).

Para empresas muy pequeñas (de 10-19 empleados), el porcentaje es de 34% (comparado con el promedio de la OCDE de 64%) Para empresas pequeñas (de 20-49 empleados) es de 37% (comparado con el promedio de la OCDE de 73%) Para empresas medianas (de 50-249 empleados) es de 46% (comparado con el promedio de la OCDE de 85%).

Estos niveles de productividad derivan, en parte, del uso (o la falta de) las Tecnologías de la Información.

Adicional a lo anterior, los negocios enfrentan una serie de desafíos relevantes en el presente y futuro inmediato. Ser más eficientes operativamente hablando, controlar mejor el negocio y tener información adecuada para la toma de decisiones ya no son entradas opcionales (si alguna vez lo fueron) en el “check list” de un dueño o director general. La adopción de Tecnologías de Información por parte de los negocios es una inversión que apuesta no solo por mantenerse en el mercado, sino entrar o mantenerse en la ruta del crecimiento y la evolución constantes.

Y efectivamente, si bien adoptar una solución de TICs representa una apuesta relevante por obtener ventajas competitivas, elevar los niveles de eficiencia y la productividad, también implica, en mayor o menor medida, una serie de retos.

  1. Estratégicos: Entender Por qué, Dónde y Cómo las TICs le darán el soporte y las ventajas competitivas que nuestro negocio necesita.
  2. Técnicos: Evaluar, seleccionar e implementar con éxito las soluciones de TICs que nuestro negocio necesita.
  3. Operativos: Desarrollar nuevos conocimientos en el personal, diseñar y adoptar nuevas formas de hacer las cosas, resistencia y adopción del cambio, entre otros.
  4. Adopción de la alta dirección y respaldo: Si esto no se da, es muy difícil que las TICs tengan éxito en la empresa.

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Artículo desarrollado por:

Valdemar Cantú

Experiencia en Tecnología, Operaciones y ERPs

Socio de Altregy, experiencia a nivel internacional en implementación de tecnologías como habilitadores de negocio